lunes, 6 de abril de 2015

Nostradamus, Profecías sobre un futuro incierto

¿Comienza el final de los tiempos?

En la entrada anterior hablamos de las profecías relacionadas con el atetando de de las Torres Gemelas en Nueva York. Ahora trataremos de la visión que tuvo Nostradamus de lo que ocurriría después como consecuencia de lo primero. 
Su visión podría ser una descripción exacta de los tiempos que estamos viviendo. Podemos leer:
"El año mil después del mil, regiones enteras serán botines de guerra...Los hombres de las mismas ciudades se degollarán, aquí habrá guerra entre tribus y allá entre creyentes. Los judíos y los hijos de Alá no dejarán de enfrentarse. Y la Tierra de Cristo será su campo de batalla. Pero los infieles querrán defender en todo el mundo la pureza de su fe".
"Cuando empiece el año mil que sigue al año mil, multitudes de hombres serán excluidos de la vida humana. No tendrán derechos, ni techo ni pan...Se les expulsará lejos de las Torres de Babel de la opulencia. Se agitarán como un remordimiento o una amenaza. Ocuparán regiones enteras y proliferarán. Escucharan las prédicas de la venganza y se lanzarán al asalto de la torres orgullosas; habrá llegado el tiempo de las invasiones bárbaras".
Es inevitable que al observar un texto como este, no nos venga a la mente los acontecimientos que actualmente salen cada día en las noticias. 
En cierto capítulo siente la obligación de volver al ataque de las torres por su importancia como signo del "Final de los Tiempos" y, al mismo tiempo brinda una información valiosa sobre los resultados de este:
"Pero eso vendrá después de las guerras y los incendios. Eso surgirá de los escombros ennegrecidos de las Torres de Babel. Y habrá sido necesario el puño de hierro para que se ordene el desorden y para que el hombre encuentre el buen camino".
Parece transparente que la profecía nos refiere al ataque a dos torres identificadas con la confusión de lenguas y que resulta claro que este asalto tendría éxito y que dichas torres quedarían destruidas por el fuego, quedando reducidas a una montaña de escombros. Es evidente que el profeta atribuye la autoría a gentes expulsadas lejos que se identifican con personas relacionadas con el Islam. Veremos que esas gentes son definidas como parte del fundamentalismo integrista, puesto que se nos dice literalmente:
"Pero los infieles querrán defender en todo el mundo la pureza de su fe. Y ante ellos no habrá más que duda y poder. Entonces, la muerte avanzará por todo el mundo como el estandarte de los tiempos nuevos".
También se nos dice que:
"Las gentes sin futuro provocarán grandes incendios".
"No habrá pan para todos ni más ley que mirar por uno mismo y por los propios".
"Los bárbaros estarán en la ciudad". (Se mencionan una y otra vez los fuertes flujos migratorios).
"Falsos mesías reunirán a los hombres ciegos. Y el infiel armado será como nunca antes había sido. Hablará de justicia y de derecho, y su fe será de sangre y fuego. Se vengará de la cruzada. Degollarán a los creyentes".
Esto recrea con verdadera exactitud los movimientos terroristas que se están viendo actualmente.

La caída de la sociedad tal y como la conocemos

Por otro lado el profeta describe nuestro mundo regido por "soberanos sin fe", quienes "mandarán sobre multitudes inocentes y pasivas, y decidirán sobre la suerte de todos", "nadie participará en las asambleas de su orden. Todos serán verdaderos siervos, pero se creerán hombres libres y caballeros".
"Habrá surgido un orden negro y secreto. Su ley será el odio y su arma el veneno. Deseará siempre más oro y extenderá su reino por toda la Tierra. Y sus servidores estarán unidos entre ellos por un beso de sangre. Los hombres justos y débiles acatarán su regla. Los poderosos se pondrán a su servicio. La única ley será la que dicte en la sombra. Venderá el veneno dentro de las iglesias. Y el mundo avanzará con ese escorpión bajo el pie".
Parece un hecho calcado de la sociedad que nos rodea en nuestro día a día. 
Nostradamus afirmó que para alumbrar el mundo nuevo que describe como Edad de Oro, primero "será necesario un puño de hierro para que se ordene el desorden y para que el hombre encuentre el buen camino", cuyo guerrero santo y ungido "regirá las naciones de la Tierra con un yugo de hierro".
Esto podría hacer referencia de las grandes cantidades de protestas y revueltas vistas actualmente, cuyo resultado podría acabar en una revolución por parte de sus manifestantes contra el gobierno central.

Los signos anunciadores del fin

Los signos anunciadores de este final inminente, deberían verificarse durante los próximos años, teniendo en cuenta que hablamos de procesos históricos.
Estos grandes signos son los siguientes:

1. El mayor, dada su importancia, es la aparición del Anticristo, también llamado en las escrituras como "Hombre de iniquidad" y el "Hijo de Perdición". Su emergencia siempre está asociada a la guerra y sobre todo, a la gran guerra universal.
Este Anticristo sería un ser humano personal, aunque hay quien lo concibe como una idea de instituciones o movimientos. Dicho personaje tendría varios precursores que siempre son promotores de guerras, revoluciones y todo tipo de sangrientos conflictos.
Este "Hijo de Perdición" nacería en un periodo de falsa paz mundial, en una fecha que varios estudiosos han datado a finales de los años cuarenta. Este líder será objeto de adoración por sus seguidores y llegará a declararse dios así mismo. Parece existir coincidencia en que se trata de un hombre de Oriente que será, a un tiempo, un carismático lider político y religioso.

2. Una grave crisis en el seno de la Iglesia católica. Algunas predicciones insinúan la muerte violenta o el intento de asesinato de un Papa como parte de una sucesión de calamidades y persecuciones de las cuales sería victima la Iglesia. Históricamente, este episodio podría haberse cumplido ya, puesto que han habido numerosas muertes violentas de religiosos, o incluso el atentado contra Juan Pablo II.

3. Una época de guerras, hambrunas, terremotos, cataclismos naturales y falsos profetas. En este contexto también surgirá una generación de dirigentes corruptos que mostrarán una apariencia de virtud así como gobernantes sin fe que se caracterizarán por la codicia y los peores vicios de un hedonismo insolidario. También lo es la corrupción en el seno de la Iglesia, que por otra parte constituye uno de los tres signos del fin que anuncia el mismo Jesús al advertir contra quienes actuando en su nombre serán en realidad los enemigos de la fe. Se distinguen varias etapas de guerra seguidas por periodos de paz transitoria y engañosa.

4. El Evangelio habrá sido predicado por toda la Tierra, condición que se ha cumplido sobradamente.

5. La apostasía de las naciones, que se interpreta como la renuncia de los gobiernos y los pueblos de occidente a los valores cristianos. Es evidente este proceso.

6. La conversión de los judíos, después del fin de la diáspora. No solo el acierto de la predicción es obvio sino que también lo es el anuncio de su trágico enfrentamiento con sus vecinos árabes.

7. La venida de Enoch y Elías, figuras bíblicas que simbolizan la emergencia de dos profetas enviados por Dios que según las profecías se opondrán al Anticristo y serán asesinados por éste al final de su reinado de tres años, momento que corresponde a la fase de realización o de culminación del mismo.

8. Iniciada la guerra universal del Anticristo, aparecerán en escena un Papa y un Rey que le harán frente. Esta es una señal que más que anunciadora del Final también se refiere a la fase de realización plena o culminación del mismo.

9. Habrá tres días y tres noches de oscuridad y tinieblas, caracterizados por una espantosa destrucción. Esto es una señal descriptiva de esta fase en plena culminación.

Lo que puede ocurrir, según las profecías

1. Se abre un periodo de incertidumbre y de grandes conflictos que podría prolongarse durante las dos o tres primeras  décadas del siglo XXI. Se describe como un tiempo de guerras. 

2. Entre estos conflictos destaca una Tercera Guerra Mundial. Que podría durar 27 años. Si asumimos las fechas de la cronología, su finalización tendría lugar hacia  el año 2026.

3.En el curso de dicha guerra se utilizarán armas inéditas de destrucción masiva, nucleares, biológicas o químicas. Hay alusiones a aguas pestilentes, plagas y enfermedades extrañas y repentinas. Como el nombramientro de una tercera trompeta, que cae del cielo y envenena las aguas. Resulta curioso que su nombre sea Ajenjo, que en Ruso se escribe Tchernobil.

4. Será una etapa de graves desórdenes, con alianzas inestables, conflictos en distintas partes del mundo por los más variados motivos y emergerán varios líderes hostiles a Occidente.

5. Uno de los conflictos más destacados será el que enfrente a Occidente con el mundo del radicalismo islámico.

6. Podría activarse una confrontación con países del lejano Oriente como China. Lo mismo puede decirse de Rusia.

7. El integrismo islámico más radical se extenderá desde Oriente hasta Marruecos. Algunos intérpretes sugieren que el mismo monarca de este país podría ser objeto de un secuestro por mar.

8. En Europa los países que figuran con mayor probabilidad de sufrir agresiones en su territorio son España, Francia, Italia y Grecia.

9. Será una época prolongada con varias etapas, unas de guerra y otras de falsa paz transitoria.

10. Habrá fuertes crisis económicas y sociales que afectarán a muchas poblaciones, así como los desplazamientos que esto producirá a escala mundial.

11. Los movimientos migratorios y el desempleo son otra de las coincidencias.

12. En la fase final de esta guerra surgirían dos figuras clave como líderes y salvadores que conducen a Occidente a la victoria; un Gran Pontífice y un Gran Monarca.

13. Al final de la etapa protagonizada por el Anticristo se establecerá un nuevo orden mundial, basado sobre nuevos fundamentos y con la probabilidad de ser regido por un gobierno único planetario.

14. La nueva Edad de Oro se caracteriza por un cambio radical, un proceso de regeneración y un salto cualitativo de carácter cósmico. La realización de la gran utopía, incluyendo la extinción de todos los males y la derrota definitiva de la enfermedad, el dolor y la muerte como resultado del proceso.

Dicho esto, y ante la comprobación de que muchas de las afirmaciones de Nostradamus se han llevado a cabo, podemos temer que el resto de visiones de Nostradamus cumplan tal desenlace.
Todo será cuestión de esperar.

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